GUÍA DE PRIMEROS AUXILIOS
PARA EL PROFESORADO
Hipoglucemia en el niño diabético
¿Qué es?
La hipoglucemia es la disminución de la glucosa (azúcar) en sangre. En una persona con diabetes, se considera hipoglucemia si el nivel de glucosa en sangre está por debajo de 70 mg/dl.
La hipoglucemia es una de las complicaciones agudas más frecuentes en los niños diabéticos. Puede ocurrir por varios motivos:
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El niño se ha administrado más insulina de la que debía
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No ha comido suficiente
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Ha hecho un ejercicio físico más intenso del que había previsto, sin tomar un suplemento alimentario ni haber disminuido la dosis previa de insulina.
(*) En muchas ocasiones se unen varias de estas causas.
¿Qué síntomas tiene?
Los síntomas de hipoglucemia son variables para cada niño, pero en general se manifiestan siempre de la misma forma en cada persona.
Suele aparecer en un primer momento palidez, sudoración fría, temblores, hormigueo en los dedos y los labios, taquicardia, palpitaciones, debilidad, irritabilidad, hambre… Si no se actúa con rapidez puede agravarse y aparecer visión borrosa, dificultad para hablar, agresividad, adormecimiento, comportamiento anormal, incluso convulsiones, pérdida de conciencia y coma.
¿Cómo asegurarse de que se trata de una hipoglucemia?
Los síntomas pueden ser muy similares a los que se pueden encontrar en una hiperglucemia. Para diferenciar ambos cuadros, lo ideal sería comprobar la cifra de glucosa en sangre mediante un glucómetro, pero si no disponemos del mismo, ante la duda siempre deberemos tratar al niño como si fuese una hipoglucemia, puesto que es la verdadera situación de emergencia.
Por regla general, todos los niños diabéticos deben llevar consigo un glucómetro, el aparato para medir la glucosa en sangre. Si disponemos del mismo antes de actuar debemos pinchar al niño en el dedo (siempre en el lateral del dedo, ya que con el tiempo se pierde sensibilidad) y presionar un poco hasta que salga una pequeña gota de sangre. Esa gotita se recogerá con una de las tiras reactivas de las que dispondremos (previamente colocada en el aparato). El resultado de la cantidad de glucosa en sangre saldrá en la pantalla de aparato en pocos minutos.
En ocasiones el niño puede venir diciéndonos que siente que se le está bajando el azúcar y al hacer la medición se comprueba que no está baja. No siempre esto significará que nos esté intentando engañar, sino que la glucemia suele bajar de manera muy brusca y él empieza a notar los síntomas antes.
¿Cómo actuar?
Ante una hipoglucemia, podemos reponer los niveles de azúcar en sangre de dos maneras:
1. Si el niño está consciente:
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Se administrarán por boca hidratos de carbono de absorción rápida. Por ejemplo: un vaso de agua con dos cucharadas o sobres de azúcar, un vaso de zumo de frutas o un vaso de refresco (no “light”).
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Si en 10 minutos no cede, repetiremos la toma hasta que se encuentre bien. Para asegurarnos tendremos que volver a medir el azúcar en sangre. Por lo general, la glucemia suele restablecerse antes de que desaparezcan del todo los síntomas; esto puede hacer que, al ver que el niño sigue mal, administremos más azúcar del que sea estrictamente necesario, pero ante una hipoglucemia siempre es mejor pasarse que quedarse cortos.
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Cuando el niño se haya recuperado, deberemos darle hidratos de carbono de absorción lenta, para que no se repita la hipoglucemia en unas horas. Hablamos de un sandwich o medio bocadillo, galletas, un yogurt... Si la hora de una comida habitual está cerca, podremos adelantar la misma en lugar de darle un tentempié.
2. Si el niño está inconsciente, convulsionando o no quiere colaborar:
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No debemos intentar dar alimentos por boca, por riesgo de aspiración del mismo.
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Colocaremos al niño en posición lateral de seguridad y llamaremos al 112.
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Por lo general, todo niño diabético debe tener en su centro educativo, debidamente refrigerado, un medicamento inyectable llamado Glucagón. Si está indicado por el médico y estamos autorizados por la familia, o si nos lo pide el médico coordinador del 112, deberemos administrar el medicamento cuanto antes.
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El Glucagón es un medicamento que viene sin preparar, en un envase que deberá estar siempre en nevera. En dicho envase encontraremos un gráfico explicativo sobre la forma de preparación del fármaco, una jeringuilla que contiene líquido y un pequeño frasco que contiene el medicamento en polvo. Lo que debemos hacer es inyectar el líquido de la jeringuilla en el frasco y agitarlo para mezclar bien la preparación. Una vez hecho esto volvemos a aspirar la mezcla con la jeringuilla y podremos inyectarla de forma perpendicular en la parte externa del muslo, incluso sobre la ropa.
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Si no se dispone de Glucagón en el centro se podrá intentar la reanimación colocando un poco de azúcar debajo de la lengua del niño. Nuevamente repetir que no se debe intentar dar alimentos sólidos si está inconsciente o convulsionando.
Resumen de actuación:
NOTA: Siempre que ocurra una hipoglucemia deberá avisarse a la familia.
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